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sábado, 20 de noviembre de 2010

Harry Potter y Las Reliquias de la Muerte-Parte I’, crítica: se prepara lo gordo…, y nos tenemos que aguantar con un aperitivo justito



‘Harry Potter y las Reliquias de la Muerte’ produce la misma sensación que la primera mitad del libro que se adapta: mucho prolegómeno, pocos fuegos artificiales los justos y un calentamiento excesivo al fin de fiestas…, que lamentablemente nos costará otros 18 pesos .

¿Dónde nos quedamos hace un par de años?. Pues con la muerte de Dumbledore y la revelación de Voldemort al mundo mágico.

Es mejor echar un vistazo a ‘Harry Potter y el Misterio del Príncipe’ porque aquí no hay ‘previously’. Apenas se hace mención alguna a lo ocurrido en su predecesora, y uno tiene que hacer esfuerzos mentales para situarse con todos los detalles: dónde acabaron unos y otros, qué pasó con Hogwarts, sus profesores, etc…

Ahora Harry, Herminoe y Ron van a vivir su propia aventura, fuera del recinto escolar y asediados por los mortífagos y cazarecompensas, que lo buscan para entregárselo a Voldemort, arropado ahora por los Malfoy, Bellatrix y Severus Snape. Los tres amigos deberán correr contra el tiempo para destruir los horrocruxes que faltan mientras Voldemort tiene sus propios planes.

Lo más curioso de ‘Harry Potter y Las Reliquias de la Muerte’ es que está hecha básicamente para los grandes, muy grandes seguidores de la serie. Si no no puede explicarse la falta de puesta en antecedentes en el guión para aquellos que no conocen a los personajes, o incluso habiendo visto las tres últimas no llegaron a enterarse del todo.

Así, tanto tijeretazo en las últimas películas respecto a los libros originales se cobran ahora sus víctimas: la primera escena de acción propiamente dicha la protagonizan unos personajes que sonarán a chino a los espectadores, como LaFleur, Bill Wesley o Tonks, que aparecía de forma secundaria en ‘La Orden del Fénix’.

Y a partir de esa primera escena, muy prometedora y en la que se vuelca gran parte de todo el CGI del film, la acción se viene abajo, y no es culpa del guión, director o ayudante de producción. Es culpa de J.K Rowling, que concibió el último libro de Potter de una manera muy sencilla para alargarse durante 700 páginas: comienzo trepidante, 300 páginas rellenas de NADA, y un final escasamente satisfactorio.

‘Harry Potter y Las Reliquias de la Muerte’ se centra en esas 300 páginas de NADA, no ocurre nada, aparte de allanarse el camino para el capítulo final y dos o tres destellos entretenidos, como la incursión de los jóvenes magos en instalaciones gubernamentales que resulta ser lo más gracioso de 2 horas y media de film.

La trama sólo parece girar en las broncas entre los tres amigos y de adrenalina poca. Con tanto plano para Ratcliffe y Watson podemos ver varias veces el torso desnudo del primero y cómo ha crecido la segunda, algo que ha levantado suspiros en la platea.

Ojo, la tensión propia de saber que te estás acercando al final y se están resolviendo los enigmas que han rodeado a Potter desde el 2001 convierte a la película más entretenida de la saga desde ‘La Orden del Fenix’…, es decir, que ‘El Principe Mestizo’ fue pasable sin más. Es un honor dudoso, lejos de las expectativas creadas, pero es que yo también soy zoquete. Si me aburrió como a un pie la primera mitad del libro no sé qué esperaba de la película.

Los departamentos artísticos pueden respirar aliviados. El CGI es espectacular, el nuevo Dobbie digitalizado goza de una apariencia de realidad impresionante, y la fotografía es de lo mejorcito de toda la saga, por no decir que les da una patada a las anteriores. Esa perfección en Dobbie ATENCION SPOILER hace que la escena final del film se convierta en más emotivo de lo que podría esperar. FIN DE SPOILER.

Resultado al encender las luces: tímidos aplausos y mucha cara de circunstancia al estilo ‘¿me dejan así?‘. Cuántas veces nos han dicho eso en otro contexto… .

No puedo decir que ‘Harry Potter y Las Reliquias de la Muerte’ es la película de las Navidades tal como ‘Avatar’ dio la impresión hace un año.

Es muy esperada, muy promocionada y será un taquillazo, pero este Potter no es todo lo antológico que debía ser en su cuasi-despedida y si han intentado emular el espíritu de ‘Las Dos Torres’ como paso previo a ‘El Retorno del Rey’, no lo han conseguido. Con Potter sólo te quedas pidiendo más…, porque básicamente no te han dado nada.

Lo que está claro es que en Junio estaré ahí como un clavo. Si entonces me fallan: adiós Potter, adiós para siempre.

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