Es lo que pensamos desde el mismo momento en el que fue anunciado oficialmente su ‘returns’. Billy Cristal volvería a ser el presentador de los Oscars, en esta 84ª edición, tras una ausencia de 8 años, con la misión de lanzar un salvavidas a una gala cada vez más plomiza y sin emoción. Dejemos los datos de audiencia aparte por ahora.
Lo que ocurre es que Cristal ha sido elegido esta vez como maestro de ceremonias de ’segundo plato’: Eddie Murphy recibió el encargo antes que él, elevando las expectativas de poder ver por fin un espectáculo integral.
Lo que ocurre es que abandonó este trabajo, uno de los de más atención televisiva en todo el año, para seguir los pasos del productor Brett Ratner yambos salían por la puerta de atrás dejando a la organización sin presentador.
Ya antes, en el verano del año pasado, Billy se ofrecía desde las páginas de Los Angeles Times para presentar la ceremonia, ahora con Brian Grazer (’Una mente maravillosa’) como el nuevo productor, en un momento profesional en el que estaba algo olvidado .
Un ejemplo de que quizás la AMPAS recurrió a él porque era el que más ganas tenía de volver a conducir la gala. Su reto no estará sólo en darle chispa al evento, sino hacer remontar la audiencia: la retransmisión de la entrega de los Oscars 2011 congregó en USA a unos 37,6 millones de yankies, alrededor de 10% menos que en 2010.
Cristal es una institución en esto de presentar los Oscars (el segundo con más galas a sus espaldas, después de Bob Hope) y la ceremonia ha tenido sus mejores momentos en su Historia estando él como maestro ceremonial, así que su experiencia se presume, y la salvación del evento también.
Prácticamente la responsabilidad del acontecimiento la tiene Billy toda en sus manos (salvo que al final Sacha Baron Cohen la monté), porque las actuaciones especiales estarán contadas entre entrega y entrega de estatuillas. La más esperada la del Circo del Sol, que para el montaje específicamente creado para la ocasión ha reunido el mayor número de elenco de su Historia.
Lo que queremos nosotros en definitiva es que realmente esta noche de los Oscars sea memorable en todos los sentidos, a la altura del prestigio de estos galardones. Confiamos que el abandono del retiro de Cristal haya merecido la pena:
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