‘Impacto’ es la palabra con la que puedo expresar mi reacción ante la lectura sorpresa de esta noticia: Brittany Murphy muere a los 32 años víctima de un infarto.
Permitidme que sea aséptico con esta información porque todavía no me lo creo. Las agencias dicen ésto:
La actriz estadounidense, Brittany Murphy, murió este domingo a los 32 años por un paro cardiaco, según el sitio en internet especializado en la actualidad de las estrellas TMZ.com.
Según el sitio, una llamada a la emergencia fue emitida a las 08.00 hora local (16.00 h GMT) desde la casa en Los Angeles (California, oeste) que pertenecía al marido de la actriz desde 2007, Simon Monjack.
La madre de Murphy fue quien la descubrió inconsciente en la ducha, según TMZ.com. Los paramédicos intentaron reanimarla antes de trasladarla al hospital Cedars-Sinai de Los Angeles, donde está actualmente internado el cantante francés Johnny Hallyday.
Murphy fue declarada muerta a su llegada, según TMZ.com, que estima que una autopsia será practicada para determinar las causas del deceso.
La actriz actuó en las películas ‘Clueless’, ‘8 Millas’ con la estrella del rap Eminem, y ‘Sin City’, con Bruce Willis.
Hombre cuenta en su curriculum con otras intervenciones memorables, como las de ‘Ni una palabra’ o ‘Inocencia interrumpida’. Pero, no obstante, no tuvo el reconocimiento necesario para permanecer ‘acampada’ en la zona A de las actrices de Hollywood, a pesar de sus enormes cualidades para cualquier género.
Una pérdida más demasiado anticipada. Ahora ‘The Expendables’ tendrá un motivo más para ser vista. Descanse en paz.
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